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Información sobre la anestesia de su mascota

29.05.2017

Desde el Equipo Veterinario Isabel Priego queremos informar sobre la anestesia que su mascota puede necesitar en una intervención. Es importante tenerlo claro para evitar malos entendidos futuros. En caso de alguna duda, le rogamos que la transmita al Equipo Veterinario Isabel Priego, estaremos encantados de atenderle.

· ¿QUÉ ES LA ANESTESIA?

La anestesia es un procedimiento médico controlado en el que se administran determinados fármacos al paciente con el fin de bloquear la capacidad del cuerpo para sentir dolor. Hay tres tipos de anestesia:

  • Local, donde se bloquea una pequeña área del cuerpo y el paciente permanece consciente.
  • Regional, donde se elimina la sensibilidad de una determinada región corporal (como la anestesia epidural) permaneciendo también consciente.
  • General, donde el paciente entra en estado de inconsciencia, no siente dolor y no recuerda la intervención.

En la práctica de la clínica veterinaria, pocas veces puede emplearse una anestesia local o regional, por lo que suele recurrirse a la sedación (tranquilización del animal) para realizar algún procedimiento leve como extraer espigas, suturar heridas o para animales agresivos o difíciles de manejar. Para procedimientos más invasivos se emplea la anestesia general.

En cualquier caso, la elección del tipo de anestesia y de los fármacos empleados dependen del estado de salud de su animal y de la naturaleza de la intervención quirúrgica.

· CONSULTA PREANESTÉSICA Y PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

Antes de anestesiar a su mascota (si no es una urgencia) tendremos una consulta con usted donde podrá realizar todas las preguntas que le surjan sobre el procedimiento anestésico al que va a ser sometido su mascota.

Siempre recomendamos hacer un examen prequirúrgico completo que incluya:

  • Analítica sanguínea: Hemograma (permite valorar las células sanguíneas como son glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) y bioquímica (para estudiar la funcionalidad hepática y renal).
  • Electrocardiograma: Para valorar la actividad cardíaca.
  • Radiografía de torax: Permite analizar la morfología del corazón y de los pulmones.

Estas pruebas son especialmente recomendables en animales mayores de 7 años y, en algunos casos, el veterinario puede ver necesario solicitar alguna otra prueba más. Una vez obtenidos los resultados, se podrá diseñar un protocolo de anestesia específico para su mascota que minimizará los riesgos de la intervención.

· EL DÍA ANTES DE LA ANESTESIA

No debe olvidarse de dejar a su perro o gato en ayunas durante 12h antes de la anestesia. Únicamente podrá beber agua hasta 2h antes. Esto es así porque si su mascota vomita durante la anestesia puede sufrir neumonía por aspiración, una complicación muy grave que pone en serio peligro la vida de su animal.

Al igual que en la medicina humana, la higiene y la esterilidad son de vital importancia en cualquier procedimiento quirúrgico. Por eso aconsejamos que, si la cirugía es programada, bañe a su mascota con champú para perros y agua caliente unos días antes de la intervención.

· DURANTE LA ANESTESIA

Inicialmente se le administrará al paciente un cocktail de fármacos para conseguir su tranquilización. Seguidamente se le induce la anestesia general propiamente dicha por vía intravenosa, la cual será mantenida con gases inhalatorios durante todo el procedimiento. Su mascota estará intubada, monitorizada y se le administrarán fluidos endovenosos en todo momento, de modo que si surgiera cualquier complicación el veterinario podrá actuar con la máxima celeridad posible.

Una vez terminada la cirugía, permanecerá vigilada hasta que se haya recuperado por completo y ustedes la recojan a la hora acordada.

· ¿QUÉ RIESGOS TIENE LA ANESTESIA?

Actualmente la medicina veterinara ha avanzado mucho y las anestesias son muy seguras. No obstante, es necesario saber que las maniobras clínicas que se realizan durante la anestesia conllevan una serie de riesgos intrínsecos que pueden ocasionar complicaciones imprevistas sin que haya negligencia por parte del veterinario. Del mismo modo que, dependiendo del estado de salud de cada paciente (patologías subyacente, geriátricos, obesos, determinadas razas, etc.), el riesgo anestésico puede ser mayor.

Mediante este consentimiento usted entiende y acepta los riesgos y autoriza a su veterinario para actuar como mejor considere en el caso de que se dé alguna complicación durante el procedimiento.

· PERIODO POSTOPERATORIO

En el momento en que usted recoja a su mascota, esta ya estará despierta. Observará que tiene ciertas zonas rasuradas. Esto es así con el fin de mantener limpio el campo quirúrgico. El catéter endovenoso por el que se le administran los fluidos y los fármacos podremos quitarlo antes de la cirugía o mantenerlo hasta el día siguiente en función de cada caso.

Las 24-48h siguientes a la intervención son cruciales para una buena recuperación postoperatoria. Para ello deberá disponer a su mascota de un lugar tranquilo, que esté a la temperatura adecuada y donde se encuentre cómoda y a gusto. Podrá notar que su mascota está más inactiva de lo habitual, que emite gemidos, sin apetito, algún vómito, que elimine gran cantidad de orina o incluso que tosa de vez en cuando. Todo esto está dentro de la normalidad y tiene su explicación. En ocasiones, los puntos les tiran y sienten molestias. Que tu mascota se queje no quiere decir que sienta dolor (pues los veterinarios le instaurarán un tratamiento antibiótico preventivo, antinflamatorio y analgésico posterior a la cirugía), sino que no entiende lo que se le ha hecho y se encuentra confundido. La pérdida de apetito y los vómitos son molestias típicas derivadas de la anestesia (en algunos casos también puede entrarles un hambre voraz). El hecho de que haga mucho pis es debido a que durante la intervención se le han estado administrando fluidos para mantener una correcta circulación y reponer posibles pérdidas. Del mismo modo que el tubo endotraqueal por el que se le administran los gases anestésicos durante la cirugía puede provocar irritación en las vías altas y las consiguientes toses.

Es muy importante que no realice demasiada actividad física o, incluso, restringirla en su totalidad. Igualmente deberá tenerla vigilada en todo momento para que no se lama la zona de la incisión colocándo a su animal un collar isabelino (campana). El lamido constante en la herida tras una intervención retrasa enormemente la cicatrización, provoca inflamación y puede acarrear serias consecuencias como infección, úlceras, pérdida de puntos, evisceraciones... Las heridas sin lamido cicatrizan rápidamente y en cuestión de dos días los animales dejan de notar las molestias. No permita que su mascota pase por una cicatrización complicada por evitar ponerle el collar isabelino. En cuestión de un par de días su mascota estará completamente adaptada y hará vida normal con el collar isabelino (si lo prefiere puede quitárselo únicamente para comer y bajo su responsabilidad).

En cualquier caso, nuestro equipo veterinario estará a su entera disposición para valorar el estado de recuperación de su animal si usted así lo requiere.

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