La deshidratación se debe a un desequilibro de agua y electrolitos en el cuerpo del gato y esto puede provocar complicaciones graves e incluso la muerte. Cuando el nivel de líquido está por debajo de lo normal, el gato se empieza a deshidratar.

A veces es difícil percatarse de la deshidratación en un gato, ya que los síntomas pueden ser sutiles y quizá los pasemos por alto. Por eso, es importante saber qué puede hacer que tu gato sufra deshidratación, para estar más atentos y tomar medidas a tiempo. Hay algunas enfermedades que pueden provocarla como la diarrea, los vómitos, la fiebre, el sangrado interno, los problemas de orina, las quemaduras o una insolación, entre otras. Si nuestro gato sufre alguno de estos problemas deberemos vigilar de cerca los síntomas de deshidratación y visitar al veterinario si fuera necesario, además de asegurarnos de proporcionarle suficiente agua fresca para beber.

¿QUÉ PUEDE CAUSAR LA DESHIDRATACIÓN? 

 1. La humedad es un método para saber si un gato está deshidratado. Para comprobarla deberás tocar la encía con el dedo suavemente. Levanta el labio superior y hazlo rápidamente, ya que si tardas se pueden secar simplemente por el aire. Si las encías están viscosas puede que tu gato esté en la primera etapa de la deshidratación. Si están totalmente secas puede significar que tu peludo tiene una deshidratación severa.

 2. Revisa la elasticidad de la piel ya que el gato perderá elasticidad y estará más seca si este no está bien hidratado. Para ello, pellizca suavemente la piel del lomo de tu gato y estírala un poco hacia arriba, como separándola del cuerpo. En un gato bien hidratado la piel volverá a su estado normal en seguida, mientras que si está deshidratado volverá muy poco a poco. 

3. Revísale los ojos porque pueden darte mucha información para saber si un gato está deshidratado. La falta de líquidos provoca que los ojos se vean más hundidos de lo normal, además, estarán muy secos y, en casos de deshidratación grave, el tercer párpado puede estar visible.

4. Revisa su temperatura corporal y su frecuencia cardiaca. Cuando un gato está deshidratado su corazón funcionará más rápidamente, por lo que la frecuencia cardiaca será más elevada. Además, esto afecta a su temperatura corporal, que puede estar más baja de lo normal. Puedes sujetar la pata de tu gato y sentir su temperatura. Si tiene la misma temperatura de siempre no debes preocuparte, pero si notas que están más frías de lo normal quizá esté deshidratado. 

Es importante que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.