COMO AFRONTAR EL ADIÓS MÁS DOLOROSO

Que nuestras queridas mascotas nos dan, sin pedir nada a cambio, su amor incondicional no es ningún secreto. Que con el tiempo se convierten en uno más de la familia, tampoco lo es. ¿Pero qué pasa cuando llega el momento de decir adiós? ¿Qué ocurre cuando hay que asumir que nuestro querido o querida amiga tiene que partir?

El duelo, ese proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier perdida, es distinto en cada uno de nosotros. Nosotr@s, som@s únic@s, y la forma de afrontar esta situación también es única en cada uno de nosotr@s, donde nuestros sentimientos empiezan a ser un tiovivo de cuatro etapas muy diferenciadas, negación, culpa, enfado y por último tristeza.

Hay un dicho que dice que mientras una persona o animal sea recordado por alguien, esta no se habrá ido del todo.

No aceptar, negación, que nuestra querida mascota ya no está es la primera etapa que debemos superar. ¿Seré infiel si tengo otra mascota? Como he dicho anteriormente cada mascota es única. Negar la felicidad y el amor que puedes transmitir a otra mascota por un pensamiento tan del siglo pasado no seria justo ni para aquel animal que ya no está, ni para nosotros, y por supuesto, para un nuevo posible miembro de nuestra familia.

Esto último nos lleva la segunda etapa, la de la culpa. Sentirse responsable de la perdida es tan humano como reptiliano. Tanto si ha sido por una enfermedad como por la vida misma, de todos es sabido que la vida de nuestras mascotas más comunes es más corta que la de los humanos, la culpa no es de nadie. Triste, por supuesto, culpable nunca.

Como apunte, para hablar de la siguiente etapa, el enfado, lanzare un grito a favor de los veterinarios. Estos nunca, repito, nunca, pueden ser el foco de nuestras iras. Al igual que cuando un ser querido "humano" fallece no le echamos la culpa al médico, en el caso de nuestras mascotas no debemos enfocar nuestra ira hacia los veterinarios. Si ha existido negligencia, hay cauces para determinar la misma y actuar en consecuencia.

Y llegamos a ese sentimiento de tristeza, última etapa del duelo, que tendremos que trabajar, con ayuda mucho mejor, para que no nos consuma y nos lleve a situaciones indeseables. Triste, por supuesto, pero sin culpa o enfado y asumiendo que la tristeza debe dar paso a la aceptación.

Ojo con no confundir la aceptación con la tolerancia. Tolerar es soportar, es declarar que puedo vivir con ello, pero no deja de ser una intención, no una realidad. Lo que resiste, persiste y si tolero entro en bucle con respecto a la tristeza. La tolerancia enquista nuestro camino hacia superar una gran perdida, retrasa la solución al problema y como dijo en su momento H.Maturana, la tolerancia "es una negación suspendida temporalmente". Aceptar por el contrario es eso, aceptar sin barreras, solucionar nuestro problema para siempre. Lo que se acepta, transciende y por lo tanto puedo vivir con ello hoy y mañana. Aceptar, es amar.

Aquí van unas reflexiones que pueden ayudarte a superar una gran pérdida como la de tu querida mascota:

• Tienes todo el derecho del mundo a estar triste o dolido. Es lo más normal del mundo después de los años vividos con ella.
• Desahogarse con alguien de tu entorno o confianza hablándolo con ella ayuda a superar estas situaciones. Y si hay que llorar, se llora.
• Volvemos a la aceptación. Cuando aceptes que estás triste y que tienes que superar el duelo, será más fácil.
• Despedirse de tu mascota si es posible. Lo necesitas, libera parte de los sentimientos encontrados en estas situaciones.
• Si tu mascota esta sufriendo, pregunta a tu veterinario. Por ley y código deontológico, un veterinario te va a dar los argumentos clínicos necesarios para tomar la decisión y evitar alargar su sufrimiento. Ojo el veterinario también te puede aconsejar en caso contrario.
• Recuerda que antes de tener una mascota nueva después de perder otra, debes haber superado el duelo por la perdida.
• Es importante recalcar que, si tienes más mascotas en casa, estas también experimentaran dolor por la perdida. Tendrás que esforzarte en darles mucho más amor del que seguro, ya tienen de tu parte.

Para terminar, decir que, como ya se ha mencionado anteriormente, mientras una persona o animal sea recordado por alguien, esta no se habrá ido del todo. El dolor se ira, pero tu querida mascota estará siempre en tu corazón.

Francisco Ramos es Miembro y Mentor-Coach PCC™ por la International Coach Federation